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En Ronda, el 10 de agosto de 2012

El rey de la conquista, el ROJO

Raza antigua, raza de empaque
raza de poderío, raza de jaque y mate.
No hay hembra que se le resista,
porque en su sangre valiente
a fuego lleva la conquista.

Ya la ve venir, ya la oye palmear
hacia el cielo se dirije
el rey del palomar.
Vuelo rápido, vuelo gallardo,
adelantando a la hembra,
pronto lo sigue volando.

A su feudo se dirije,
a llamar su atención ,
como buen palomo
como buen buchón español.

La hembra cae a su lado,
con postura de tonteo
sabe que su “rojo” la mira,
con arrullos y balanceos.
Él le da un saltito,
sin llegarle a picar,
es palomo de buen hacer
es un palomo para conquistar.

La paloma ganada la tiene,
solo le queda culminar,
llevándosela a su cajón
con viveza y seguridad.
Vuelo rápido a su entrada,
donde no para de arrullar,
su cortejo se asemeja
al grandioso arte de torear.

Así acaba su faena,
mientras observa este rondeño
su palomo de conquista,
el gran rey Rafeño.
Orgulloso me encuentro
de tenerlo en mi palomar,
no es el mejor en forma
pero sí en su saber estar.

Como disfruto cuando lo cojo,
este palomo de revista,
fuego ardiente en sus ojos.
Este grande es “el ROJO”,
el Rey de la Conquista.





En Ronda, el 16 de diciembre de 2010. 
Publicado en el nº2 de la revista del CIBG. "El Granadino en los jóvenes".

         El palomo buchon granadino viene a ser hoy día una de las razas con mayor progresión entre todo tipo de públicos y en distintas zonas de nuestra geografía, desde palomeros antiguos a nuevos aficionados, desde su cuna, Granada, hasta el norte de la península y todo gracias a la buena organización del CIBG de la que goza últimamente este palomo señorial. Es por ello el motivo de estas lineas de unos principiantes en el Granadino, que ven, en su corta trayectoria, como cada vez se habla más de este palomo como una variedad completa y que transmite ilusión a los aficionados no solo por su planta, sino por su carácter y forma de arrullar particular.

SERGIO MALDONADO (el norte)

            Mi nombre es Sergio Maldonado Lopez, soy un chaval de Navarra que tiene 17 años y soy estudiante de una formación profesional de mantenimiento de maquinaria industrial. Todos vosotros os extrañareis tanto de mi edad por como es la mayoría de la sociedad joven y por el sitio en el que vivo.
Todo esto de la afición a la colombicultura empezó cuando yo tenia 15 años cuando un día mi abuelo que siempre ha tenido palomas en Jaén, que es de donde provengo por parte de los dos padres, me dijo que metiera un par de parejitas de palomas que crían muy rápido y los pichones eran muy ricos, pero bueno yo al final convencí a mi padre y no lo hacia para comerme los pichones, es mas, el primer palomo que maté lo pasé bastante mal, pero bueno compré una pareja de palomas no se de qué raza, pero eran de gran peso, empezaron a criar y yo me empecé a meter por internet y un hombre regalaba granadinos y los vi y me encantaron.
              Me regaló dos parejas de buchonas granadinas y yo estaba encantado de ver como se movían y el celo que tenían, daban mucha alegría al palomar, luego empecé a informarme y me enteré que se necesitaba nodrizas para criar con ellas. Entonces uno de Navarra me regaló dos parejas de nodrizas y es ahí cuando hice mis primeras jaulas, pero las hice bastante pequeñas y estaban agarrotados y me daban pena y es cuando mi padre me hizo 5 jaulas de 1 metro de largo, muy anchas para ellas. Mas adelante, gracias a personas del mundo del granadino que me han ayudado para contactar con buenos palomeros, me hice con un palomo negro bastante bonito que fue con el que saqué el primer pichón en febrero del 2010; luego poco a poco he ido sacando algún que otro pichón y adquiriendo algún que otro palomo y palomas, aunque tengo muchísimo que aprender de este bellísimo mundo del buchón granadino e ir seleccionando mis palomos y hacerme una buena línea.
                                             Sergio con su palomo Negro

PEDRO JOTA (el sur)

                 Mi nombre es Pedro J. Sánchez Fuentes, soy de Ronda (Málaga), tengo 25 años y en estos momentos ando terminando la carrera de Ingeniero Agrónomo en Córdoba, motivo por el cual se limita mi tiempo con esta afición. Llevo criando palomos buchones desde el año 92 y es algo que viene de familia, ya que fue mi padre quien me inició en el mundillo pq él siempre tuvo palomos buchones valencianos cuando era joven, al igual que mi tío (zuriteo) y 2 de sus primos (mensajeras). Teníamos palomos buchones pero sin atender a raza ni estándar, simplemente que volara de cualquier forma y que trajeran alguna que otra zurita.
           No fue hasta hace unos 4 años cuando comencé a interesarme por las razas vigentes y a conocer aficionados. Y fue después de comenzar con el rafeño y el jienense, al visitar palomares como el de Pepe Caballero o el de Luis Pérez, cuando me entró el gusanillo por el Granadino, ya que los veía tremendamente bien plantados y un colorido magnifico, que fueron los dos aspectos que me intrigaron en primera instancia como neófito; así, por mediación de mi amigo Emilio Pulido me hice de mi primera pareja y junto con varios ejemplares que compré, me embarqué en esta raza, la cual he estado a punto de dejar hace poco, pero gracias a mi padre que me los cuida mientras no estoy en casa, sé que puedo seguir con ellos y seguir con la ilusión creciente que provoca el ir intentando mejorar lo que uno tiene. Después del verano visité otros palomares como el de mi paisano Rafael López, el cual me dio una de sus palomas, y el palomar de Jesús Carito en Utrera, que también me ha aportado mucho y me ha ayudado a seguir aprendiendo sobre la raza.
Actualmente tengo muy pocos ejemplares porque empecé a quitar pensando en dejar esta raza por lo contado anteriormente, pero consiguieron convencerme y me he reenganchado antes de dejarlo; así que tengo 2 machos, 3 hembras y una pichona. Mi fin con ellos es intentar aportar mi granito de arena en pro de la raza y mi meta es sacar ejemplares que vuelen, cosa que se esta consiguiendo ya en algunos palomares, pero a veces por la situación de un palomar o bien por dejadez no se hace y veo que es una labor a tener muy en cuenta desde mi humilde punto de vista, porque no hay que olvidar que son Buchones Españoles y como tales tienen que volar con mas o menos intención.
             
                Concluir diciendo que nada de esto habría sido posible sin la gran actuación de los fundadores del club y que gracias a ellos gozamos de mayores facilidades para mantenernos informados y al día con la raza. La transmisión de los conocimientos de los antiguos palomeros Granadinistas a través del foro del CIBG y junto con la revista anual, los vemos unos medios estupendos para el fomento del palomo hacia los jóvenes aficionados de esta raza majestuosa, la cual seguirá contando con nuestro apoyo.

                                 PJ aprendiendo en el palomar de Pepe Caballero


                                  "El Pérez" propietario PJ y criador Luis Pérez


En Ronda, el 20 de Enero de 2004.    

Érase una vez un palomo llamado

ALASBLANCAS

ALASBLANCAS

            Todo empezó en el invierno de hace doce años. A mí como a mi padre me gustan mucho los palomos por lo que él decidió regalarme mi primera pareja de buchones; los bautice como Viejo y Vieja (nombres poco originales, pero suficientes como para recordarlos por siempre sin que afecte el paso del tiempo en mis recuerdos).

            Bueno, como iba diciendo, se sobreentiende que lo que más ilusión me hacía era ver un palomo recién nacido, pero se estaba haciendo esperar demasiado y mi padre y yo ya nos cansábamos de esperar , cuando un buen día de primavera nació el que después se llamaría Salvador I. Este nombre tiene su historia, la cual no merece la pena exponer ya que no es el principal tema de este pequeño homenaje.

             Otro desafío para mí era saber si ese primer palomo era macho o hembra, pues ese salió macho. A partir de ese momento no hubo problemas para que siguieran criando, pero se nos presentó otro aún peor: todos los palomos salían machos y azules, hasta el punto en el que en un palomar de 20-25 palomos había tan solo la hembra de la descendían todos. Por tanto, decidimos comprar una hembra clara. Se llamó Blanquita, la mejor paloma que ha pasado por mis manos en los 12 años que llevo criando palomos, y digo “ha pasado”, porque murió el invierno pasado a los 11 años de edad y sin problemas de salud alguno y siempre con abundante celo.

Blanquita hija, ya muerta

Blanquita
        










           Con la cantidad de palomos machos que había se vino a emparejar con el único gavino que nació de la primera pareja. Éstos dos, desde el primer momento tuvieron crías sin problemas, tanto machos como hembras, pero cuando todo parecía ir sobre ruedas el macho murió al año siguiente en lo que fue el primer azote de Tricomoniasis. Esto conllevó a comprar un macho que cumpliera las condiciones necesarias para que la descendencia fuese óptima. Al contrario que con el anterior macho, Blanquita no lo aceptaba, por lo que me vi obligado a ponerlos aparte del resto para que se emparejaran con tranquilidad y tuvieran allí sus primeros retoños. Pues bien, todo salió como pensaba y nació Negro, un palomo que jamás me perdonaré haberlo regalado, ya que tenía el carácter que ahora ando buscando en un palomo buchón en condiciones y como dios manda.

            Como iba diciendo, a partir de ese momento, el trabajo que me costó emparejarles se vio recompensado con otras dos crías: Largo y el protagonista de esta historia Alasblancas. En un primer momento fue su hermano quien me llamó la atención, ya que era muy grande y largo, de ahí su nombre, pero con el paso del tiempo me fui dando cuenta del gran ejemplar que tenía delante de mis narices, ya que estaba, al igual que la madre, siempre en celo y dejando claro que su territorio era suyo y de nadie más.

            Al principio pasó un poco desapercibido, porque había numerosos ejemplares de su casta, alrededor de 40 en un palomar de 2 metros cúbicos, lo cual nos hizo pensar en “rebajar la plantilla”, de modo que algunos de ellos los regalé y otros nos lo comimos. De esos 40 quedaron aproximadamente unos 20.

           Después de esto, Alasblancas pasó a un primer plano y se destacó con firmeza sobre los demás, pisando a toda hembra en condiciones que se cruzase en su camino. Me di cuenta de esto y decidí emparejarlo con Blanquita Hija, su hermana por parte de madre, pero me fue imposible, era demasiado macho para una sola hembra, de modo que durante sus primeros 4 años de vida no tuvo hembra fija, sino que iba teniendo hijos con distintas hembras del palomar y con hembras de palomares vecinos y zuritas que se traía.

           De aquí en adelante comienza otra etapa en la vida de Alasblancas, ya que compramos otra casa y en el traslado tan sólo quedaron 12 palomos, ya que el resto se perdió. Estando allí estabilizados decidí insistir en el emparejamiento con Blanquita Hija, pero esta vez resultó ser un éxito, ya que tuvieron sin problemas dos crías: uno blanco entero y otro negro con manchas blancas, los cuales no resistieron lo que sería el segundo ataque de Tricomoniasis, muriendo entre otros Viejo que ya tenía 13 años. En ese momento yo veía que la raza se me venía abajo por completo, ya que sólo me quedaban 7 ó 8 ejemplares, por lo que mis ansias de conseguir descendencia de Alasblancas aumentaron de manera estrepitosa.

           Cuando a Blanquita Hija se le fue el poco celo que siempre suele tener, Alasblancas comenzó otra etapa de juergas y de “vivir la vida” en estado de viudez, pasando otros 3 años de esta manera, alternando con su hembra en los meses de verano, que era cuando ella únicamente tenía celo. En el transcurso de este tiempo nació Negra, una de las mejores hembras que nació de esta pareja, pero nada más cumplir 1 año murió en el tercer y último (por ahora) ataque de Tricomoniasis. Le dio tiempo a tener una cría Corbata, que ahora mismo es el único macho buchón que me queda. A esta edad de 7 años a Alasblancas se le notó algo el paso del tiempo y asentó algo la cabeza, emparejándose durante un par de años de forma fija con su hembra, que siempre estaba dispuesta a aceptarlo.

Corbata, nieto de Alasblancas, vive actualmente con casi 10 años

            Entonces fue cuando tuvieron un mayor número de crías, de los cuales sólo vale la pena nombrar a dos de ellos: Blanco, un macho de similares características que su padre, pero sólo que este era blanco con una pluma negra en la cola, pero en un mal día de verano, el vecino de la parcela de atrás lo mató por gusto y se lo comió; el otro palomo es Celosa, que aun vive y cuyo nacimiento fue curioso e interesante, ya que nació en otro nido al equivocarme al cambiar los huevos de otra pareja por otros que supuestamente ya no servían, pero éstos eran de Alasblancas, lo cual me produjo una gran alegría al comprobar que era la mejor hembra que se puede despachar en palomos (por ahora).

Celosa, hija de Alasblancas, ya muerta
Blanco, hijo de Alasblancas que mató el vecino


        








           Transcurrieron estos 2 años y decidí emparejar a Alasblancas con su hija Celosa, que era lo que llevaba buscando años, pero la alegría duró poco, porque esto ocurrió hace unos meses y Alasblancas desgraciadamente murió la semana pasada a los más de 10 años de edad sin darme tiempo a sacar hijos del reencaste, cuando menos nos lo esperábamos mi padre y yo (probablemente no resistió el pelecho).

            Pero bueno puedo estar orgulloso de haberle tenido en mi palomar durante 10 largos años bien aprovechados, ya que fue el ejemplo perfecto de palomo buchón y ha dejado en vida a una hija (Celosa) y un nieto (Corbata) perfectos para le recuperación de la casta, estando ya en proceso, ya que tenemos ya dos bisnietos y si uno de ellos tiene alguna pluma blanca en el ala ya podéis imaginaros como se llamará, ALASBLANCAS, porque ese nombre deberá permanecer por siempre en mi palomar, el cual no será el mismo a partir de este momento. Ah!!! Por cierto, aún vive Blanquita hija con 10 años de edad.


Hola amigos,  esto último que escribí hace 7 años se ha cumplido, ya que el palomar no ha vuelto a ser el mismo, ya que todavía ando buscando un palomo como él, aunque ya ando cerca con 1 pichona hija de sus tataranietos, varios tataranietos y un bisnieto Arábico que es la leche, de los que salen en el apartado de Buchones linea 1992. Puedo decir que Alasblancas fue el responsable del comportamiento de los que tengo ahora, ya que todo el que flojee un poco y no se parezca en algo a ese palomo que tengo aún en mente, va a la olla.

Nimbo, tataranieto de Alasblancas
Arábico, bisnieto de Alasblancas, hijo del Corbata














saludos y a seguir con la afición!

3 comentarios:

  1. que grande blanquita!!! cuantas alegrias no ha dado eee barrun??? un abrazo

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  2. Preciosa afición que tenemos en España ojala nunca se pierda y mostrársela a los niños antes de comprarle su primer mobil

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